LOS LIMPIOS QUE ENSUCIABAN LA PAZ

Jorge Ortegón

La Iglesia en Colombia ha sido un actor complejo en el conflicto armado, oscilando entre la mediación y el silencio. Durante décadas, sus templos han sido refugio para víctimas, espacios donde la fe se mezcla con el dolor de la guerra. Muchos sacerdotes se han convertido en defensores de derechos humanos, denunciando masacres y exigiendo justicia en medio del fuego cruzado.

Sin embargo, no siempre ha sido un agente de paz. En algunos casos, sectores de la Iglesia han mantenido alianzas con poderes locales o han guardado silencio frente a atrocidades, lo que ha generado tensiones.

Hoy, la Iglesia sigue siendo un actor clave en la reconciliación, promoviendo el diálogo y la reparación, pero cargando el peso de su ambivalente legado en el conflicto armado colombiano.

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EL CURA GÓMEZ Y LA VIOLENCIA LOS LIBERALES Y LOS LIMPIOS

LA CULTURA ES UN MOSAICO DE IDENTIDADES

Jorge Ortegón

La cultura, ese tejido intangible que nos define como individuos y como sociedades, se manifiesta de manera única en cada rincón del planeta. Si bien existen elementos culturales universales que nos unen como especie, es en lo local y lo regional donde la cultura adquiere su verdadera riqueza y diversidad.

Cuando hablamos de cultura desde una perspectiva local y regional, nos referimos a ese conjunto de valores, creencias, costumbres, tradiciones, expresiones artísticas y formas de vida que caracterizan a una comunidad específica. Es la manera en que los habitantes de un lugar particular interpretan el mundo, interactúan entre sí y se relacionan con su entorno.

La cultura local es como un mosaico compuesto por múltiples piezas, cada una con su propia forma y color. Estas piezas son moldeadas por factores geográficos, históricos, sociales y económicos que son exclusivos de ese lugar.

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LA IDEA DE LA CULTURA

EL ECOSISTEMA TAMBIÉN ES VÍCTIMA

Jorge Ortegón

Durante décadas, Colombia ha sido escenario de un conflicto armado que ha dejado profundas heridas en su tejido social y económico. Sin embargo, un aspecto menos visible pero no menos grave es el daño ecológico infligido por este conflicto.

La violencia política ha desencadenado una serie de prácticas destructivas que han deteriorado significativamente los ecosistemas colombianos. La deforestación indiscriminada para establecer cultivos ilícitos o como estrategia de guerra ha reducido drásticamente la cobertura forestal y la biodiversidad. La minería ilegal, a menudo vinculada a grupos armados, ha contaminado ríos y suelos con sustancias tóxicas, afectando las fuentes de agua y la salud de las comunidades

La superación de este legado ambiental requerirá esfuerzos coordinados y a largo plazo. Es necesario implementar políticas públicas efectivas para la protección de los ecosistemas, la restauración de los ecosistemas degradados y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.

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LA MAYOR VIOLENCIA HA SIDO CONTRA LA NATURALEZA

LOS MITOS DE AYER EN EL PRESENTE

Jorge Ortegón

El puente natural de Icononzo, esa maravilla geológica que une a Tolima y Cundinamarca, ha sido más que un simple accidente natural para los habitantes de la región. A lo largo de los años, se ha tejido un rico tapiz de mitos y leyendas en torno a esta formación rocosa, muchas de las cuales reflejan la compleja historia de violencia que ha marcado al país.

Una de las leyendas más populares cuenta que el puente fue construido por el diablo en una sola noche, como parte de un pacto con un cacique local. Esta historia, cargada de simbolismo, puede interpretarse como una metáfora de la violencia como una fuerza oscura y sobrenatural que transforma el paisaje y marca la vida de las comunidades.

La violencia política en Colombia, con sus enfrentamientos armados y desplazamientos forzados, ha dejado una profunda huella en la región de Icononzo. El puente natural, testigo mudo de estos hechos, se ha convertido en un lugar cargado de simbolismo y memoria. Se dice que sus entrañas han guardado los secretos de innumerables desapariciones y asesinatos, convirtiéndolo en un lugar de duelo y resignación para muchas familias.

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LA MITOLOGÍA DEL PUENTE NATURAL DE ICONONZO. PROCESOS DE VIOLENCIA GENERALIZADA

LA SEMILLA DE UN MUNDO MEJOR

Pedro García

La paz, un anhelo universal, no es solo la ausencia de conflicto, sino un estado de armonía y tranquilidad que se cultiva desde lo más profundo de nuestro ser. La violencia exterior, por más devastadora que sea, es en última instancia un reflejo de los conflictos internos que albergamos. Al trabajar en nuestra propia paz interior, transformamos nuestra relación con el mundo y sembramos las semillas de un futuro más pacífico. La meditación, la compasión y el autoconocimiento son herramientas poderosas para cultivar la paz interior y, en consecuencia, contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

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LA PAZ NACE EN EL INTERIOR

LOS IMAGINARIOS DE LA VIOLENCIA

Jorge Ortegón

En situaciones de conflicto armado o violencia generalizada, la realidad se vuelve inestable y compleja. Ante este caos, los seres humanos tendemos a buscar explicaciones simples y comprensibles para eventos traumáticos y difíciles de procesar. Es en este contexto que surgen los mitos y los imaginarios colectivos, como una forma de dar sentido a lo que sucede y de encontrar consuelo en medio de la adversidad.

Estos mitos y imaginarios suelen ser transmitidos de forma oral, a través de historias, leyendas y canciones. A menudo, se atribuyen a fuerzas sobrenaturales o a figuras míticas, lo que les otorga un carácter sagrado y los hace más difíciles de cuestionar. Al simplificar la realidad y ofrecer respuestas fáciles, estos relatos ayudan a las personas a lidiar con el miedo, la incertidumbre y el sufrimiento.

Es importante destacar que estos mitos no son necesariamente falsos o inventados, sino que son construcciones sociales que reflejan las experiencias y las percepciones de las personas. Al comprender cómo se originan y se difunden estos mitos, podemos desentrañar las causas profundas de la violencia y trabajar para construir una sociedad más justa y equitativa.

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LOS JUAN VIVOS

SIEMPRE ES BUENO VOLVER A EMPEZAR

Janet Morales (Johana Gómez)

El proceso de reincorporación de excombatientes a la vida civil es un camino lleno de retos, pero también de oportunidades. A pesar de las dificultades que implica dejar atrás una vida marcada por la violencia y adaptarse a una nueva realidad, muchos excombatientes experimentan cambios significativos y positivos en sus vidas.

Uno de los principales beneficios de la reincorporación es la posibilidad de construir un futuro diferente. Al dejar atrás las armas y la violencia, los excombatientes pueden dedicarse a actividades productivas, estudiar, formar una familia y participar activamente en la vida de sus comunidades. Además, la reincorporación les permite romper con los patrones de violencia y construir relaciones más sanas y significativas con los demás.

Los excombatientes pueden enfrentar estigmatización, discriminación y dificultades para acceder a oportunidades laborales y educativas. Además, pueden experimentar problemas de salud mental relacionados con su pasado en el conflicto armado. A pesar de estos desafíos, con el apoyo adecuado, muchos excombatientes logran superar estas dificultades y construir una nueva vida.

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LOS TRES PRIMEROS DÍAS Y UN NUEVO NOMBRE

LA NATURALEZA ES TESTIGO Y SANADORA

Pedro García

Restaurar los ecosistemas dañados por el conflicto armado es una tarea fundamental para la construcción de una paz duradera. La naturaleza, víctima silenciosa de la guerra, se convierte en un testigo tangible de la violencia y sus consecuencias. Al cuidar y regenerar los entornos naturales, no solo estamos sanando el planeta, sino también honrando la memoria de las víctimas y reconociendo el daño causado.

Los ecosistemas dañados se convierten en un recordatorio constante de la violencia y sus efectos devastadores. Al restaurar estos espacios, estamos transformando lugares de dolor en símbolos de esperanza y renacimiento. Además, la conexión con la naturaleza puede ser un poderoso catalizador para la sanación individual y colectiva, permitiendo a las comunidades superar el trauma y reconstruir sus vidas.

La restauración ecológica también contribuye a fortalecer los lazos sociales y a fomentar la reconciliación. Trabajar juntos en la recuperación de un ecosistema puede unir a personas de diferentes orígenes y fomentar un sentido de comunidad. Al cuidar de la naturaleza, estamos cuidando de nosotros mismos y de las futuras generaciones.

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PEDRO GARCÍA ECOPARQUE ICONONZUE. EL PROFE Y LA HISTORIA

APOSTANDO POR UN NUEVO FUTURO

Joan David Machado Benavides

La construcción de procesos productivos en un escenario postconflicto es fundamental para la reconstrucción social y económica de un país. Estos procesos no solo generan empleo y oportunidades de desarrollo, sino que también contribuyen a la reconciliación y la cohesión social al brindar a las comunidades herramientas para mejorar sus condiciones de vida.

Sin embargo, desarrollar estos procesos en un contexto postconflicto presenta desafíos significativos. La falta de infraestructura, la escasez de recursos, la desconfianza entre los actores sociales y la presencia de grupos armados ilegales son algunos de los obstáculos que deben superarse. Además, es crucial garantizar que estos procesos sean sostenibles en el tiempo y que beneficien a toda la población, evitando la concentración de la riqueza y el poder en pocas manos.

Para superar estos desafíos, es necesario diseñar estrategias integrales que involucren a todos los actores sociales, desde el gobierno hasta las comunidades locales. Estas estrategias deben tener en cuenta las particularidades de cada región y promover la participación de las víctimas del conflicto. Asimismo, es fundamental invertir en educación, capacitación y formación de capacidades para que las comunidades puedan aprovechar las oportunidades que se generan.

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PROCESOS PRODUCTIVOS EN EL POSTCONFLICTO

LA SOMBRA DE LA GUERRA

Esmeralda Zabala

La guerra, aun cuando se justifique por nobles causas, siempre deja una profunda huella de dolor y sufrimiento. La pérdida de vidas inocentes, la destrucción de hogares y comunidades, y el trauma psicológico que marca a quienes la viven son consecuencias inevitables. Las razones que motivan un conflicto armado pueden ser justas y legítimas, pero el costo humano es siempre alto. La violencia genera un ciclo de odio y venganza que puede perdurar por generaciones, dificultando la construcción de una paz duradera. Si bien es necesario defender ciertos principios y valores, también es fundamental buscar alternativas pacíficas para resolver los conflictos y minimizar el sufrimiento humano.

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QUÉ ES LA GUERRA. ESMERALDA ZABALA

LA PAZ NO ES SOLO LA AUSENCIA DE LA GUERRA

Esmeralda Zabala

La paz es un concepto que trasciende la simple ausencia de conflicto armado. Es un estado de bienestar, armonía y tranquilidad, tanto a nivel individual como colectivo. Implica la resolución pacífica de disputas, el respeto por los derechos humanos, la justicia social y la igualdad.

La paz no es solo un objetivo a alcanzar, sino un proceso continuo que requiere el compromiso de todos. Implica construir relaciones basadas en el diálogo, la empatía y la cooperación. También implica transformar las estructuras sociales y económicas que generan desigualdad y violencia. La paz es un valor fundamental que nos permite vivir en armonía con nosotros mismos, con los demás y con el planeta.

En un mundo cada vez más interconectado, la paz se ha convertido en un imperativo moral y político. La construcción de una paz duradera requiere esfuerzos a nivel local, nacional y global. Solo a través de la cooperación y la solidaridad podremos construir un futuro más justo y equitativo para todos.

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QUÉ ES LA PAZ

MEMORIAS Y HUELLAS IMBORRABLES

Federman García

La memoria, a veces, es una cruel amante. Guarda con nitidez las imágenes que uno quisiera olvidar: el estruendo de las bombas que sacudían la tierra, el olor a pólvora que impregnaba cada rincón, la mirada aterrorizada de los vecinos al huir de sus hogares. Una infancia marcada por la guerra es una herida abierta que nunca cicatriza del todo. Cada recuerdo es como un puñal que se clava en el corazón, reviviendo el miedo, la incertidumbre y la pérdida. Los juegos de la niñez se transformaron en pesadillas recurrentes, y la inocencia se vio mancillada por la violencia. A pesar del paso del tiempo, las cicatrices emocionales permanecen, recordando constantemente que la paz es un anhelo que se ha convertido en una obsesión.

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RECUERDOS DE INFANCIA

TEJIENDO EL FUTURO

Janet Morales (Johana Gómez)

El arte y la memoria son dos caras de una misma moneda. El arte, como expresión de la experiencia humana, captura los momentos más profundos de nuestra historia, incluyendo los más dolorosos. Al representar el pasado, el arte nos invita a recordar, a reflexionar y a confrontar las heridas del pasado. La memoria, por su parte, nos conecta con nuestras raíces y nos permite construir una identidad colectiva.

Cuando el arte y la memoria se encuentran, se crea un espacio de diálogo y reflexión que nos permite comprender mejor el presente y construir un futuro más justo y equitativo. A través del arte, podemos visibilizar las voces de las víctimas, desafiar los discursos dominantes y construir narrativas alternativas. Al recordar el pasado, podemos aprender de nuestros errores y evitar repetirlos. De esta manera, el arte y la memoria se convierten en herramientas poderosas para la transformación social y la construcción de una paz duradera

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TERRITORIOS SIMILARES. ARTE Y MEMORIA

EL PRESENTE ES UN PUENTE ENTRE EL PASADO Y EL FUTURO

Joan David Machado Benavides

Vivir en paz implica construir un presente próspero y justo, pero esto no significa ignorar las heridas del pasado. Al contrario, comprender y recordar nuestra historia es fundamental para evitar repetir los errores y construir un futuro más estable.

El pasado, con sus luces y sombras, nos brinda valiosas lecciones. Al reconocer las causas de los conflictos y los factores que contribuyeron a la violencia, podemos identificar las raíces de los problemas actuales y trabajar en soluciones duraderas. Sin embargo, es crucial evitar que el pasado nos paralice. En lugar de quedarnos atrapados en el dolor y la resentimiento, debemos utilizar la memoria histórica como una herramienta para construir un futuro mejor.

Trabajar en el presente implica enfocarnos en las necesidades y aspiraciones de las nuevas generaciones. Significa construir instituciones sólidas, promover la justicia social y fomentar la convivencia pacífica. Al mismo tiempo, es fundamental preservar la memoria de las víctimas y garantizar que los responsables de los crímenes del pasado rindan cuentas. De esta manera, honramos a quienes sufrieron y construimos una sociedad más justa y equitativa

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RECUERDOS Y PAZ